Gianna Beretta Molla                       

 

L O S  A P U N T E S  D E  G I A N N A

 

Los escritos de Gianna, apuntes y cartas, son los objetos más significativo y preciosos de las cosas que conservamos de ella.

Los apuntes fueron escritos por ella, en su mayoría, para sus conferencias a las jóvenes de la Acción Católica. En menor numero encontramos los recuerdos y oraciones de los Ejercicios Espirituales, documentos y notas que hacen referencia a su oficio en la dirección de la Acción Católica y en las Conferencias de las damas de San Vicente.

Los apuntes comprenden los cuadernillos y varias hojas sueltas, que corresponden a varios años, desde marzo 1938 hasta casi la vigilia de su matrimonio (24 de septiembre de 1955).

Fueron encontrados en la Casa Beretta de Magenta - la casa de los abuelos paternos donde Gianna había nacido y vivió en su juventud entre los años 1942 hasta 1945-, después de la muerte de Gianna, cuando el Postulador de la Causa de Beatificación, Padre Bernardino de Siena, pidió que se buscase con el máximo cuidado, todo aquello que pudiese haber escrito, a parte de las cartas a los parientes, amigos y conocidos.

De los apuntes y de los propósitos escritos durante los ejercicios espirituales se puede apreciar las raíces profundas de su espiritualidad, de su gran fe, de su espíritu de oración, de su confianza en la Divina Providencia, de su amor y su sacro respeto por la vida.

Leyendo a la luz de su vida, de sus elecciones, de sus comportamientos, emerge claramente que cuando Gianna ha expuesto y aconsejado a sus jóvenes, lo ha testimoniado y realizado plenamente en si misma con coherencia y mucha valentía hasta el fin.

“Gianna”, recuerda el hermano Don Giuseppe, “ha cumplido su espíritu apostólico en el oratorio de las Madres Canosianas de Magenta, en donde después de la muerte de nuestros padres, en el año 1942, la familia había encontrado nuevamente su hogar. En este oratorio, que se había convertido en su segunda casa, Gianna, como delegada, realizaba pequeñas conferencias semanales a sus jóvenes de Acción Católica”.

Presentamos algunas de sus reflexiones sobre la oración, la devoción a la Virgen Santísima, el apostolado, la vocación, la misión de medico, la alegría, el amor, y  el amor y el sacrificio. 

La oración

La oración es la búsqueda de Dios que está en los cielos y en todas las partes porque es infinito…

Quien no reza, no puede vivir en gracia de Dios.

Rezar, rezar bien, rezar mucho. No solo cunado tenemos necesidad de gracias, no solo para pedir. La  verdadera oración es aquella.

·  de adoración: reconocimiento de la bondad, del amor de Dios

·  después de agradecimiento: soy nada, sin embargo tengo un cuerpo, tengo dones, todos dones tuyos-  el mundo lo has creado para mí.

Veamos la mano de Dios en todo, y agradezcámoslo

·   de perdón

·  de pedido: no solo las cosas materiales, sino " buscad primero el Reino de los Cielos", la gracia, el Paraíso para nosotros y para los otros.

Rezad y os santificareis - y si os santificareis - os salvareis.

                     (Cuaderno de los recuerdos durante los Santos Ejercicios?, 1944 - 1948)

 

La devoción a la Madre Celestial

La devoción a la Madre del Cielo fue en Gianna intensa y determinante:

- para la vida de piedad de la joven de Acción Católica, Gianna recomienda con insistencia el Santo Rosario y agrega: sin la ayuda de la Virgen no se va al paraíso.”                

                       (Cuaderno de los recuerdos durante los Santos Ejercicios?, 1944 - 1948)

- Amar a  la Virgen = confianza afectuosa en nuestra dificultad. La Virgen es la  Madre  no puede dejar caer nuestra petición.”    (años 1947 - 1948)

- A las nuevas delegadas de las más jóvenes de Acción Católica: Amad a vuestras niñas, vean en ellas al Niño Jesús y recen por ellas, todos los días pónganlas bajo la protección de María Santísima.”   (año 1948)

 

El  apostolado

“La condición mas esencial de toda actividad fecunda es la oración. El apostolado se hace ante todo de rodillas.

El Señor desea vernos junto a El para comunicarnos en el secreto de la oración, el secreto de la conversión de las almas que le acercamos…

No tendría que existir ningún día, en la vida de un apóstol que no tenga un tiempo determinado para el recogimiento a los pies de Dios...

 Nosotros los de la Acción Católica tenemos que dar del divino a las almas, de de lo humano. Pero entiendan bien que para poder dar debemos tener, es decir debemos poseer a Dios...

Mas se siente el deseo de dar mucho, y mas frecuentemente es necesario acudir a la fuente que es Dios.”                                              

                 (lunes 11.11.1946)

 

“Pretender ser apóstoles, hacer parte de la Acción Católica y no participar después al sacrificio del Salvador del mundo es pura imaginación e ilusión! Acción Católica es sacrificio, no lo olvidemos. Tenemos que aceptar siempre los sacrificios que se nos piden. No retirarse cuando lo que se nos pide hacer cuesta tiempo, cuenta fatiga, cuesta sacrificio. El Señor desteta a las personas tibias. Jesús no ama  la semigenerosidad.”

          (lunes 30.12.1946)

 

La vocación

“Todas las cosas tienen un fin particular. Todas obedecen a una ley: las estrellas siguen su orbita, las estaciones del año se siguen en modo perfecto. Todo se desarrolla por un fin preestablecido. Todos los animales siguen un instinto natural.  También a cada uno de nosotros Dios ha marcado la vía, la vocación -mas allá de la vida física, la vida de la gracia…

De seguir bien nuestra vocación depende nuestra felicidad terrena y eterna…

Que cosa es la vocación? Es un don de Dios -por lo tanto viene de Dios. Si es un don de Dios, nuestra preocupación debe ser conocer la voluntad de Dios. Tenemos que entrar en ese camino:

1)      si Dios quiere - nunca forzar la puerta

2)      cuando Dios quiere

3)      como  Dios quiere

Conocer nuestra vocación – en que modo?:

1)      interrogar al Cielo con la oración

2)      consultar a nuestro director espiritual

3)      interrogar a nosotros mismos - sabiendo nuestras inclinaciones.

Cada vocación es a la maternidad -  material -  espiritual – moral, porque Dios ha puesto en nosotros el instinto de la vida.

El sacerdote es  padre, las religiosas son  madres, madres de las almas.”

                                                   (Cuaderno de los recuerdos durante los S. Ejercicios, ? 1944 - 1948)

 

La misión del médico

Belleza de nuestra misión

“ Todos en el mundo trabajamos de alguna forma al servicio de los seres humanos. Nosotros (médicos) directamente trabajamos sobre el hombre. Nuestro objeto de ciencia y de trabajo es el ser humano que nos habla de sí mismo, y nos dice "ayúdame" y espera de nosotros la plenitud de su existencia...

Nosotros tenemos  ocasiones que el sacerdote no tiene. Nuestra misión no termina cuando los medicamentos ya no sirven para nada.  Hay un alma que hay que llevar a Dios y nuestra palabra (de médicos) tendría autoridad.  Cada medico tiene que entregarlo  (al enfermo) al sacerdote. Estos médicos católicos cuanto son necesarios!

El gran misterio del hombre: él es un cuerpo, pero también es un alma sobrenatural. Jesús dice: quien visita al enfermo "me" ayuda.  Misión sacerdotal – come él (el sacerdote) puede tocar a Jesús, así nosotros (médicos) tocamos a Jesús en el cuerpo de nuestros enfermos: pobres, jóvenes, viejos, niños.

Que Jesús se haga ver entre nosotros, encuentre tantos médicos que se ofrezcan a si mismos por Él. “Cuando hayan terminado con vuestra profesión -si lo hubiesen hecho- vengan a gozar de la vida de Dios porque estaba enfermo y me habéis curado.”  

                                                                                                               (Blog de recetario, ? 1950 - 1951)

 

La alegría

“el mundo busca la alegría, pero no la encuentra porque está lejos de Dios.

Nosotros, una vez que entendemos que la alegría viene de Jesús, con Jesús en el corazón somos portadores de alegria.Él será la fuerza que nos ayuda."                     (Cuaderno de los recuerdos durante los Ejercicios Espirituales, ? 1944 - 1948)

 

"El secreto de la felicidad es el vivir momento por momento, y de agradecer al Señor de todo lo que El nos da en su bondad día a día"

  EL amor

"Amar quiere decir deseo de perfeccionarse a sí mismo, la persona amada, superar el propio egoísmo, donarse...

El amor debe ser total, pleno, completo, regulado de la ley de Dios, y se eternice en el Cielo."

              (Cuaderno de los recuerdos durante los Ejercicios Espirituales, ? años 1944 - 1948) 

 El amor y el sacrificio

"Amor y sacrificio están así íntimamente ligados, cuanto el sol y la luz.

No se puede amar sin sufrir y sufrir sin amar.

Miren a las mamás que verdaderamente aman a sus hijitos: cuantos sacrificios hacen, están prontas a todo, hasta a dar su propia sangre con tal que sus niños crezcan buenos, sanos y robustos! Y Jesús, acaso, no ha muerto en cruz  por nosotros, por amor nuestro! Es con la sangre del sacrificio que se afirma y confirma en amor.

Cuando Jesús en la Santa Comunión nos muestra su corazón herido,¿como le diremos que lo amamos si no hacemos sacrificios para unirlos a los suyos, y así salvar las almas? ¿Y cual es la mejor manera de practicar el sacrificio? La mejor manera consiste en adorar la voluntad de Dios todos los días, en todas  las pequeñas cosas que nos hacen sufrir, y decir ante todo lo que nos sucede: “Fiat: tu voluntad, Señor!" Y repetirlo ciento de veces al día! No son las grandes penitencias: llevar el cilicio, ayunar, hacer vigilias, dormir sobre tabla, etc., que hacen santificar a las almas, sino el verdadero sacrificio es el aceptar que Dios nos manda - con amor, alegría y resignación...

“Amemos la Cruz” y recordemos que no estamos solos para llevar la cruz, sino que Jesús que nos ayuda, y como dice S. Pablo, en El todo lo podemos.”

            (años 1945 - 1946)

  

 


 

 

 

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